
Finalmente has tomado la decisión de que ya es hora de que hagas algunos cambios en tu vida. Sabes que las cosas solo van a mejorar para ti financieramente, en tu parte emocional y física, si te sientas a pensar y te pones en acción. Tienes que hacer un gran esfuerzo para que al final del camino puedas recoger los frutos.
Entonces, ¿Cómo hago exactamente para poner en práctica estos cambios? Para lograrlo debes tener un “plan de acción”.
Diseñar un plan de acción es crucial para tu éxito, porque sin él, solo quedará en tus pensamientos. Al transferir ese pensamiento al papel, los deseos te motivarán a convertir en realidad ese cambio que necesitas interiormente hace tiempo, pero que no te animas a tomar esa decisión final.
La ecuación es simple, si lo que creaste en tu plan de acción lo pasas a un esquema, ésta es la siguiente: Deseo=Esfuerzo=Resultado.
El primer paso es que anotes que es exactamente lo que estas deseando. Si es riqueza, crecimiento personal o anota lo que anhelas hace tiempo y ya no puedes seguir adelante sin cumplirlo. Determina que tus deseos sean realistas, que estén a tu alcance pero solo te falta un empujoncito para cumplirlo. No vueles por las nubes, pensando cosas que sabes que no se podrán cumplir. Cada uno de nosotros sabemos en nuestro interior, que cosas podemos y cuáles no, para que si al final de tu espera no se cumplen, no le eches la culpa al destino o la suerte.
Te doy un ejemplo, si tu deseo es bajar 20 kg en 3 días, sabes que eso es imposible, así que lo mejor que puedes hacer, es programarte para adelgazarlos en el plazo de 3 meses, esto es mucho más real que lo anterior, ¿no te parece? Es importante tener en cuenta que debes darle un marco de tiempo para que tu plan resulte. Estos plazos son los hitos que van a marcar tus logros.
Ahora que sabes cuál es tu deseo, debes establecer otra lista con las maneras o mecanismos que te ayudarán a alcanzar estos resultados. Como por ejemplo, ¿qué tengo que hacer para bajar esos 20 kg? ¿Necesito pedir ayuda a alguna persona para que me oriente con mi objetivo?
Establece un horario que te marque cada paso que tienes que dar, para alcanzar los objetivos semanalmente. Se específico. Crea un diario “para hacer” esta lista. Al final de la semana revisa cuantos ítems de los que te estableciste fueron cumplidos por ti. Por cada uno de tus logros, felicítate.
Comprométete contigo mismo a fin de alcanzar “tu plan de trabajo”. Mantén tu enfoque en lo positivo. Has una lista con todas las razones por las que vale la pena alcanzar tus objetivos. Utiliza las fortalezas que posees para que te ayuden a completar tu plan.
Reconoce tus debilidades y haz un esfuerzo por superarlas. Incorpora tanto tus fortalezas como tus debilidades a tu plan de acción. ¿Sabes realmente de que eres capaz de hacer y cuáles son tus deficiencias?
Proyecta tu propio sistema de recompensa personal para cada una de las etapas de tu plan, para que te estimule a seguir adelante a pesar del gran esfuerzo que tienes que poner cada día. Recuerda cada una de estas recompensas, ten presente que a pesar de lo duro que te resulte el camino, tendrás pequeñas recompensas que aliviarán tu cansancio.
No te desmoralices si tienes lapsos en los cuales pierdes tus fuerzas o te desvías del plan original, reconócelo y sigue adelante. Mantén tu pie en el pedal para que continúes, solo toma algunas medidas para reencontrarte con tu esquema. Recuerda, esto no es una carrera hacia la línea de meta. Tu plan es para tu futuro. Tómate el tiempo que necesites para cultivar tus objetivos y entender que es fundamental que te mantengas enfocado.
Todos hemos escuchado de que “Roma no se construyó en un día”. Tu éxito con respecto al plan de acción, no se logrará de un día para el otro. El éxito es un proceso y tu plan es a largo plazo.
Tú y solo tú, puedes determinar si vale la pena la recompensa que recibirás por el precio que debes pagar para lograr tus objetivos.
Fuente: Dondelexito.com




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